miércoles, 20 de mayo de 2009

Seguir haciendo gestión cultural con pasión

Ale Cosin - Buenos Aires
Quiero vincular dos visitas que tuvimos en estos últimos días en Buenos Aires, ya que se relacionan con la gestión de proyectos culturales concernientes a la danza, pero que se topan con problemas para llevarlos a cabo que tienen más que ver con prejuicios o mejor dicho, con juicios de valor opuestos, obstruyentes, que provocan incluso la desaparición del proyecto.
Se trata de Juan López, quien ha sido el fundador de una productora importantísima para la nueva escena barcelonesa, la que a su vez, nació luego del éxito que significó un evento que ya cumplió 25 ediciones: la Marató de l'Espectacle, una verdadera maratón de espectáculos de danza, nuevo teatro, circo, etc., que se realizaba durante una jornada cada año. También fue quien por un encargo del por entonces gobierno de Catalunya, unió para siempre la danza con la arquitectura, el espacio público, las ciudades y sus lugares más y menos conocidos: Dies de Dansa fue el primero de la red de Ciudades Que Danzan (CQD), un circuito que se extiende por todo el mundo en versiones locales de esa relación tan fructífera. Este hombre que ha abierto espacios para la cultura y el arte, dado lugar a jóvenes artistas y a que grandes artistas probaran otras formas de llegar al público, que ha demostrado que la danza es un lenguaje universal, y que ha presentado a las organizaciones de accionistas sociales como verdaderos artistas en el anonimato; está despidiéndose de la producción porque encuentra demasiados obstáculos para seguir ejerciendo; políticas culturales retrógradas y mediocres, que no hacen más que desmotivar proyectos en vez de apoyarlos.
En su breve estadía en Buenos Aires, a raíz de su presencia en la renovación de la versión porteña de CQD (aquí llamado 2º Festival de Danza en Paisajes Urbanos de Buenos Aires), el pasado mes de Abril, pudimos conversar un rato:
“Yo me cansé de ir a presentar los proyectos a la institución política, es hora de que la institución vaya a buscar donde se mueve la cultura, los elegimos para que administren nuestros recursos. Por eso no voy a seguir más, porque ellos deben hacerlo; así como existen los inspectores de hacienda, deben investigar quiénes están realizando proyectos, quiénes lo hacen bien y apoyarlos. Cada vez hay que empezar de nuevo, porque ni siquiera van a ver lo que auspician. Eso es cansador. Los funcionarios de cultura no son apasionados, lo hacen para rendir. Prefieren subensionar los grandes nombres, juntar algunos exitasos en un Festival o pagarle a un Julio Bocca por una noche en la 9 de Julio. Es menos trabajo. Lo curioso de esto es que luego la gente pagará por ir a ver los mismos grandes nombres, y pagará dos veces, con sus impuestos y con su billetera.”
Sin embargo, sabe que está dejando sangre joven que seguirá sus pasos, la productora barcelonesa seguirá en pie a pesar de no producir ya los famosos eventos que le dieron notoriedad. Seguramente, habrá otros, en nuevas circunstancias, con otras estrategias. Eso esperamos. Más información:
http://www.marato.com/
Por otro lado, llegó a Buenos Aires desde San Pablo, la joven Cuca Dias, quien trabaja en un proyecto ambicioso pero necesario: el de crear una Videoteca de la Danza. Se llama Acervo Mariposa www.acervomariposa.com.br y tiene su sede en San Pablo, contando con el apoyo del Ministerio de Cultura de Brasil y algunas empresas.
La idea es muy simple, los creadores deben donar sus imágenes, en pos de preservar sus creaciones para las futuras generaciones, para constituir un espacio de investigación para el presente y para construcción de la historia de la danza, un modo de integrarse culturalmente en un mundo globalizado, etc. Sin embargo, es una tarea que está costando mucho más esfuerzo de lo esperado:
- ¿Por qué crees que los artistas no quieren o se muestran tan reticentes en donar sus trabajos?
- Es extraño, es algo para investigar... por un lado, quizá es un problema económico, no hay una ganancia inmediata. Creen que la imagen sustituirá la obra, que no los llamarán para hacer la obra en vivo si muestran el video, como si éste pudiera reemplazar toda la obra presente y futura también. Por otro lado, vinculado a esto tal vez, el medio piensa que habrá imitación, robo de la idea, al ver la obra en el video. Claro, también un juzgamiento, algo a lo que no todos están dispuestos. En todo caso, el Acervo Mariposa tiene resguardo, porque el artista da un permiso, firma un escrito que sirve para que nosotros hagamos con la obra sólo lo que ellos quieran: mostrarlo sólo en nuestra oficina, prestarlo a otra institución específica, mostrarlo en eventos organizados a tal fin. De todos modos, cuando el artista nos habla sobre su temor a la copia, le preguntamos qué ha hecho desde el comienzo de su carrera, en la sala de clase: ha copiado los pasos de su maestro. En Acervo hablamos, como se lo hace en muchos ámbitos académicos, de la contaminación: estamos expuestos a la mezcla, casi inconsciente, de información. Pertenecemos a una cultura contaminada.
Claro, así y todo, se está haciendo cuesta arriba el acopio de material, tanto que la estrategia del proyecto es el 'enamoramiento' del artista para que conceda su donación... Un trabajo de hormiga.


(Sinfonía)

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