domingo, 17 de mayo de 2009

Danza-Benditos festivales



Ale Cosin-Buenos Aires

No sabemos cuánto tiempo más realizaremos eventos culturales en los que nos encontremos, encarnados en un mismo espacio/tiempo: nuestros cuerpos haciendo uso de todos o casi todos los sentidos de los que somos aún capaces los seres humanos en un encuentro sin mediaciones. ¿Cómo nos modificará –no ya el avance tecnológico, los nuevos desarrollos cibernéticos o la ciencia–; si no simplemente una crisis económico/financiera que arrastra en su arcaico devenir toda la creatividad de la que hayamos sido capaces hasta ahora?Mientras tanto, eventos como las fiestas celebratorias o los carnavales, las reaves o los recitales, conviven con horas de encierro frente a los teclados y las pantallas. Así mismo en el arte se producen estos contactos corporizados: en pequeños o grandes grupos, concurrimos a la sala de teatro, vamos a ver una performance, gozamos con un grupo de danza. A su vez, los artistas también necesitan el intercambio, contactarse, compararse. Y así se gestionan, todavía, los grandes o los menos consagrados festivales. Estos eventos surgen principalmente de la necesidad de intercambio y muestra de proyectos, modos de trabajo, problemáticas y resoluciones concretas. Sirven para afianzar identidades, en función de desarrollar estrategias para dinamizarlas frente a la ola de información global ante la que nadie quiere quedar aislado o ahogado.Describiremos acá algunos de los que sucedieron en Argentina durante este año que termina.En Tucumán –al norte del país–, favorecidos por la ley provincial que ha creado la Comisión Provincial de Teatro Independiente-Ente Cultura de Tucumán y el apoyo del Instituto Nacional de Teatro local, tres grupos independientes de danza y teatro de la ciudad organizaron el 4º Encuentro de Teatro Danza y Artes Escénicas del Movimiento, abriendo por primera vez la convocatoria al país. Así llegaron grupos de la región, pero también desde Córdoba, Rosario y Buenos Aires, de modo que se dio un verdadero encuentro de realidades diversas, estéticas diversas, pero una problemática similar y las mismas ganas de seguir desarrollando la actividad.El festival tucumano, organizado por los grupos La Rendija, Andantes y La Vorágine, se llevó a cabo entre el 13 y el 16 de noviembre del presente año. Se presentaron ocho obras y cuatro intervenciones, se mostró un archivo fotográfico en homenaje a la coreógrafa tucumana Beatriz Labatte, se dictaron clases prácticas y de debatió en nutridas charlas.Por otro lado, las Noches Merlinas –Un Encuentro Cultural en Villa de Merlo– es un ciclo donde se presentan, a lo largo de todo el año –una fecha en enero, otra en abril, en septiembre y la última en noviembre–, compañías de teatro y danza-teatro independientes de todo el país en Villa de Merlo, a 200 km. de la capital de la provincia de San Luis, zona occidental del país. Este evento es organizado por el grupo Marañas, con la dirección artística de Laura Veiga. Cuenta con el apoyo de Instituto Nacional de Teatro, Dirección Nacional de Música y Danza, la Dirección de Cultura de la Municipalidad y la Coordinadora de Artes Escénicas de Villa de Merlo. Por otro lado, tienen un corredor con la Secretaría de Cultura de Río Cuarto llamado “El amor entre Trapalanda y Merlín”, donde los grupos además de la función en Merlo, dan una función en el Teatrino de la Trapalanda. Noches Merlinas nació hace cinco años con la idea de fomentar en la comunidad –apenas 18 000 habitantes– el hábito de asistir, disfrutar y proteger las Artes Escénicas.El año 2008, fue el elegido para integrar a la ciudad de Córdoba –capital de la provincia del mismo nombre (en el centro del país)– a la lista de los centros de la cultura más importantes del mundo, incluyendo sus paisajes urbanos a la Red Internacional de Festivales de Danza Contemporánea, Ciudades Que Danzan; mediante el festival Pulso Urbano. La intención fue potenciar la danza en todos sus aspectos (con la participación de compañías locales, nacionales, extranjeras), generar debate y reflexión alrededor del tema del espacio público, humanizar las ciudades, revalorizar el patrimonio artístico y arquitectónico de la ciudad, y fomentar el intercambio entre el ciudadano y su entorno.

Pulso urbano se desarrolló los días 5, 6, 7 y 8 de noviembre de 2008, durante los cuales, edificios, calles y plazas de la ciudad cobraron vida en un encuentro entre la danza, el público y el espacio urbano. La programación del Festival incluyó compañías de la localidad de Córdoba, de Buenos Aires, y Montevideo (Uruguay). En su primera edición, la programación se enfocó principalmente sobre la creación coreográfica local y se interesaron por relevar las características de cada compañía de danza contemporánea de diferentes estilos, y su importante relación con el elemento urbano.Mientras tanto, Buenos Aires fue la morada de un mega festival de danza contemporánea: fue el COCOA 10 Años –Festival de Danza Independiente, que tuvo alcance metropolitano, nacional e internacional (contó con 52 obras locales, 13 internacionales, 20 seminarios, espacios teóricos de reflexión y de laboratorio, se desarrolló desde junio a fines de noviembre, en 14 sedes de la ciudad).COCOA-DATEI, sigla que significa Coreógrafos contemporáneos asociados y afines –Danza teatro independiente, es una asociación sin fines de lucro que nuclea a coreógrafos y bailarines. Decidió organizar este festival sin curaduraría con el objetivo de integrar a la comunidad creativa, de ofrecer un espacio de conocimiento e intercambio y probar que se puede realizar un festival independiente autogestivo. Obtuvieron primero un subsidio de PRODANZA (instituto de fomento de la danza independiente de la Ciudad de Buenos Aires, dependiente del Ministerio de Turismo y Cultura de la Ciudad) con lo que pudieron cubrir los gastos de prensa y difusión. Luego ganaron el importante apoyo del Programa Iberescena, que permitió la llegada de los grupos internacionales (Uruguay, México, Chile, Perú, España, Holanda, Francia) y el intercambio entre algunas provincias que tienen asociaciones similares (Mendoza, Córdoba, La Plata).La mayor concordancia en todos fue, sin duda, la gran participación del público, pero también la aseveración sobre la necesidad de convertirse en gestores, y no en productores simplemente; en personas capaces de gerenciar la cultura local, en vistas de lo global, es decir, producir sentidos amplios que partan desde la propia diversidad. Esta observación, no coincide con la realidad de la gestión cultural de los organismos estatales o gubernamentales, donde no encontramos en general, o sostenida en el tiempo, una política de desarrollo acorde a las capacidades del sector, que no sólo involucra a los artistas sino a la comunidad; los políticos parecen miopes ante lo que significa para el Estado esta actividad, que amén de favorecer la imaginación, la diversión, la formación; agrega valor y es generadora de riquezas.

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